Hace más de 10 años, exactamente cuando cumplí 28 años (5 de abril 2012), me independicé. Le dije a mi madre (años antes, a mis 25 años creo) "No hay forma de seguir viviendo en casa con ellos teniendo 28 años porque ustedes (mis padres) y hermanos se habían independizado al casarse o mis hermanos al irse a España como máximo a una edad de 24 años. Yo no viviré aquí a mis 28 así tenga que irme a una habitación lejana en un lugar menos desarrollado porque es parte de mi crecimiento personal, mamá".
Me esforcé al punto de tener, a mis 27 años, tres trabajos, trabajaba doce horas al día (segunda vez que trabajaba muy duro, a los 23 años también lo había hecho), entonces el tiempo fue tan vital para mí que no podía desperdiciar tiempo trasladándome de Bellavista (Callao) a San Isidro, por lo que me mudé a 15 minutos caminando del Centro Financiero (dónde estaba mi empleo y mis clientes habituales) con lo que ahorraba tiempo y dinero (taxis).
Base de la escalera: No tenía ninguna responsabilidad en mi primera infancia.
3° escalón: Trabajar (22 años) y dar el 50% de mi salario a casa para cubrir mi alimentación, no me cobraban vivienda mis padres, ganaba S/100 adicionales al sueldo mímimo de ese entonces.
4° escalón: Pagar mi alimentación y algunos servicios de vivienda, techo gratis cortesía de mis padres.
8° escalón: Ser padre y saber que de tu voluntad y esfuerzo depende que tu hija tenga cubierta sus necesidades.
Cada quién tiene su camino, en mi caso, espero que ir de a pocos, escalón por escalón, me haya servido de preparación para las nuevas responsabilidades.
